En muchos ámbitos se está hablando que los tratamientos de conductos podrían ser nocivos para el organismo. Lo cierto es que, hasta ahora, la ciencia ha identificado la gran responsabilidad que tienen las infecciones de los nervios de los dientes como factor de riesgo de problemas agudos graves como:
- Problemas en riñones
- Corazón
- Articulaciones
- Cerebro
- y otros órganos
Pese a esto la ciencia ha demostrado que esto sucede cuando estos dientes tienen lesiones NO tratadas, es decir, no a causa del tratamiento de conductos sino de las causas que mortificaron el nervio o condujeron a desarrollar una infección post tratamiento de conductos.
En ambos casos, se trata de lesiones activas, no de tejidos que han cicatrizado. Y en cualquier caso, antes de decidir el tratamiento radical de un diente, se debe tener en consideración las consecuencias del tratamiento escogido.
Es importante recordar que cada propuesta terapéutica, como dice el Profesor Dr. Han Lindhe, no hace más que crearle una nueva dimensión al problema del paciente, pero nunca le devuelve el estado original, salvo cuando el daño es detenido antes de la destrucción de los tejidos y el problema original está muy fuertemente ligado al estilo de vida. De manera que, para limitar el daño, siempre se debe revisar el estilo de vida.
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