Entre los primeros pasos hacia una masticación virtuosa

Uno de los primeros indicios de entrenamiento de masticación es el momento en el que los bebés empiezan a succionar su propia manito, sin riesgos para su salud ni su vida.

Cuando nacen los bebés su alimentación y nutrición, están vinculadas a la lactancia, ya sea materna exclusiva, mixta o lactancia artificial.

No visualizamos que durante la gestación o los primeros meses de vida, el bebé, su cerebro y su cuerpo están preparándose simultáneamente para la etapa de la incorporación de la alimentación complementaria o sólida posteriormente.

Pero lo cierto es que mientras van desarrollándose en el día a día, los bebés hacen enormes esfuerzos , programados por la naturaleza, para estar listos llegado el momento, para comer, escoger alimentos, masticar, deglutir y digerir alimentos que no son la leche materna o la artificial.

Tal desarrollo puede pasar desapercibido, sobre todo porque normalmente no se habla casi nunca que la masticación es una función que se aprende, que no es innata y que su éxito incide fuertemente en la salud oral, en la salud mental y en el estado nutricional a lo largo de toda la vida.

Uno de los primeros indicios visibles de este proceso de aprendizaje, es el momento en el que los bebés se descubren su propia manito, se la llevan a la boca durante muchas horas en el día y durante muchos meses. Luego lo hacen con cualquier objeto que tengan a la mano, no sólo porque descubren el mundo a través de la boca, sino porque están entrenando su boca , su sensorialidad , su cuerpo y cerebro para alimentarse, hablar y respirar adecuadamente el resto de su vida.

Además de este descubrimiento, lo que hacen es empezar a entrenar su boca y su cerebro en cuanto a forma, textura, tamaño, capacidad y límites para la futura deglución y masticación de alimentos. A veces los padres se preocupan porque los bebés llevan su mano a la boca hasta hacer arcadas y en realidad lo que hacen es entrenar, instintivamente, el reflejo de arcada, para cuando ya tengan que aprender a tragar alimentos semisólidos y luego los sólidos. El cerebro así aprende a devolver cualquier trozo de alimento que exceda en tamaño , forma y textura que ponga en peligro la vida.

De manera que, ¡a perder el miedo a esta etapa de los bebés! Y si tienes ganas de implementar técnicas como el «baby let weaning», el consejo es, sin duda asesorarte con los profesionales competentes.

Compartir:

Compartir:

Últimas Publicaciones