La inflamación es un proceso natural de nuestro cuerpo y forma parte del desarrollo evolutivo. A través de la inflamación nuestro organismo puede “conversar” con el medio ambiente, “conversación” que puede ser más amigable o más escandalosa, dependiendo del grado de la agresión y del estado de salud.
Ésta se lleva a cabo con la participación de numerosos sistemas que perciben, dan aviso con signos agudos muy claros, que codifican, convocan una variedad de actores (como mediadores químicos diversos) y que inician la resolución de ella y por tanto la reparación de los tejidos desde el primer momento en el que el agente agresor daña nuestro sistema.
Cuando se inicia, es aguda pero si en esa fase aguda no se lleva a cabo la cascada reparativa, la inflamación puede volverse crónica.
